miércoles, 28 de enero de 2015

La bala número cincuenta y ocho.








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Te he querido tanto y tanto tiempo,
que se me olvidó cómo pude llegar hasta ese punto.

Quizás nos confundimos y no hay ningún culpable.

No soy de esas que piensan en destino o en casualidades,
pero esos ojos azules dándome besos en cada lagrima
no podían ser "por que sí".

Quizá el cincuenta y ocho no sea un número y ya está,
puede que sea la suma de todo lo que nos hemos dicho 
y no nos hemos hecho estos años.
Voy a recordarte siempre con esa sonrisa de paz,
aunque no quieras,
aunque duela.

Reflejo en todo lo que escribo todas las dudas que soy,
las dudas que somos, que hemos sido, 
para todos, 
menos para mí.

Yo te prometo que si muriera mañana iría todas las noches
a darte el beso de 'buenas noches' que te debo.

Ojalá te quieran, ojalá quieras.

Y espero que a tu hija no le pongas mi nombre para tener una excusa y hablar de todo lo que nos queda por decir.

Si de mentirnos tanto ni siquiera nos creció la nariz,
se dio por vencida.


Como tú amor.


Ódiame.

sábado, 17 de enero de 2015

Poema XX, Pablo Neruda








Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". 
El viento de la noche gira en el cielo y canta. 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 
Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Poema XX, Pablo Neruda.

viernes, 16 de enero de 2015

Sigo con ganas de comerte.


“No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos”
O. K. Bernhardt.

Hoy me he despertado con ganas de comerte la vida,
he abierto los ojos y he visto como entraba el sol por la ventana pero no su calor.
Así que muerta de frío me he estirado en la cama
por encima de esos huecos que aun huelen a ti,
pero seguía sin entrar en calor.

Estaba pensando en eso que dicen de que todo va muy rápido ahí fuera,
pero no es verdad.

Todo lo que va rápido está dentro de mí y se incrementa cuando te veo,
como cuando el profesor en clase decía mi nombre y solo se oía mi corazón latir,
pero me gusta cuando escucho sus avisos de que tú eres el único que lo podría romper y se asusta.

Soy consiente de que no te miré el primer día a los ojos,
fue por miedo a dormirme en ellos y quedarme ahí toda mi vida.

Hoy me he despertado, aquí, en mi cama, pero sigo dormida en tus ojos.

Ven y dame calor pero no me saques de ti,
que ya he pasado muchas noches con insomnio y frío
murmurando todo eso que aun no me ha dado tiempo a decirte.

lunes, 12 de enero de 2015

No me saques a bailar esta noche.


"Bebe a la noche ginebra 

para encontrarse con ella. "

He andado y tropezado más de seiscientas veces por las carreteras de tu cuerpo,
me acuerdo de cuando salió la luna y me quitaste el sueño.

No tuvimos motivos que no fueran
más ganas
de las que podíamos soportar.

Sé que no te importa, pero me estoy poniendo las medias que tanto te gustaba quitarme,
pero no tengo ninguna pretensión de que acaben rotas hoy.

Mientras las subía he notado el recorrido desde el primer beso que me diste
hasta la última calada del cigarro que no me fumé. En tu nombre.

Esta noche me voy a beber los pasos de tu habitación a la mía, los que ya no andaré.
Voy a bailar la canción que compuso alguien por mí algún día de diciembre.

Seguramente cruzaré en rojo sabiendo que no estarás detrás para agarrarme de la mano,
como si no hubiera mayor locura que agarrarme a ti.
Como si saltar al vacío, no fuera beber de tu vaso a las cuatro de la mañana.
Como si nada,
como si todo lo que hemos hablado no haya sido más que una fantasía del pasado.
El sueño de Alicia en algún país.

Dentro de unas horas estaré bailando.
Entre miradas perdidas,
bajo el neón de algún sitio
que ya no pisaré,
porque ya sabes que lo de salir no es lo mío.

Con suerte a lo mejor no se me pasa por la cabeza el color de tus ojos,
a lo mejor esta noche no oigo tu voz susurrando a gritos "Qué bonita estás desnuda".

A lo mejor esta noche, te toca a ti bailar para olvidar mi olor,
te toca follarte a alguien que de lejos se parecía a mí.
Y que cuando estés en la cama no eches de menos mi forma de moverme.

Me acuerdo de una vez que te miré y no te diste cuenta,
nunca te has dado cuenta de nada
estabas fumando como siempre y fui consciente.

No quiero que me mates a caladas, no quiero ser tu nicotina.
No quiero consumirme lento entre tus manos.


Espero que los gemidos de otra no te hablen de mí.
De lo que fuimos y no pudimos ser.

Buenas noches.






domingo, 11 de enero de 2015

La sonrisa de un gato negro.




Se me rompió el reloj de tanto mirarlo,
la manecillas salieron volando.
Por eso se me paró el tiempo.

Qué dulce hacer el amor declarándote la guerra a ti misma.

No sé dónde cometí mi pecado,
estoy buscando mi manzana mordida.
Estoy buscando mi Eva muerta de ganas por cometer con Adán más pecados
para que Dios me vuelva a tirar de su paraíso
y hacer el amor en las puertas
demostrando que el placer y la ambrosía está en el cuerpo de quien te quiere hacer mujer,
no en un jardín ni en la vida eterna.

Cómo darle la mano a la felicidad si no te han dado latigazos en la espalda por tus fantasías.

Me rezo todas las noches a mí, porque soy la única que me puede enseñar a no tropezar,
no con la piedra a la que abrazo,
si no conmigo misma otra vez.

Y el cura que te tocó ahora mismo estará siendo violado por el amor a Jesucristo
al que imagina desnudo todas las noches.

¿Quién es más culpable de nuestros hilos?
Ellos por querer ser listos,
o
nosotros por dejarles serlo.

En la caverna yo no vería sombras, notaría a la muerte abrazándome la espalda y susurrando que me quede dormida oliendo el fuego.

"..Que el amor nos salve de la vida."
Pero acaso existe vida si no es llamada amor. Os pregunto.


Qué suerte que al menos Rubén.


Os traigo luces,
notadme.



miércoles, 7 de enero de 2015

Le avisé de que algunas mujeres matan.


Ojalá hubiera sido otra Ana la que besara su boca.


Él cree que no me doy cuenta,
él cree que no se da cuenta.
Él dice que no llora y joder le oigo llorar a kilómetros.
No sabe que no puedo escuchar masticar desde ellas,
él cree que no puede y yo creo que no puedo hacer que pueda.

No quiere hablar y yo tampoco.
No quiere llorar.
No quiere pensar.
Y escribe.

Y yo solo sé que lo único que me duele es él.
Que le veo, que me doy cuenta.
Que de mayor quiero ser como él, que todos los mayores deberían ser como él.
Pero entonces nadie lo sería.

Que mi invierno no es invierno, que con su calor no puede hacer frío.
Que con su frío ya tiene bastante.

Con sus horas ha jurado su vida, que nunca se pierde
Y lo bonito que sería verle perderse,
con lo bien que le quedaría el sur en su risa.

¡Qué quiero verle perderse!

Quiero que se encuentre, que vuelva y se haya dejado perdidos todos sus miedos.

Que a mí siempre me ha quitado los míos.


Ojalá la paz nunca llorara si viene de ti.

lunes, 5 de enero de 2015

Por quién rezará la luna


...ahora que no nos ve juntos.

Pasé un invierno en su espalda y un verano en sus ojos.
Y más noches que sueños 
Y más sueños que rosas.

No lo entiendes. 
No es un por qué, es un hasta cuando.

Y las cosas a la mitad y la cama sin hacer, igual que el amor.
Que siempre buscaras con todas 
menos con quien puede regalarte amaneceres,
que los anocheceres están muy vistos.

El miedo que me tienes y el que entiendo,
por eso de llorar bailes de salón en enero.

Sin entendernos, nos leímos
y ahora
somos
Lo que nunca quisimos ser.


viernes, 2 de enero de 2015

Las ganas de comerte - Parte I



My lover's got humour

She's the giggle at a funeral.

She tells me, 'Worship in the bedroom'

Dime que soy tu revolución favorita,
que llegué como un relámpago a tu vida,
Asustando y cegando a la vez.

Pero que mi luz hace que brilles.

Dime que no sabes el por qué de mis ojos tristes
si a ti te gustan y hacen que sonrías,
hoy
mañana 
y ayer.

Susurra que de león me disfrace solo en tus sábanas,
que esa es la única selva en la que tengo que defenderme.

Que si por ti fuera habrías sido tú el que me llevara al baile de primavera
y que me habrías hecho el amor esa noche 
y la siguiente también.


Y a lo mejor, 
te enseño 
lo bonito del insomnio si me pongo a buscar estrellas por tu cuerpo,
mientras hacemos poesía
( Como tantos otros)
pero a nuestra manera.

Morderte la boca y los miedos se ha convertido en mi adicción favorita
y me tengo que callar eso de que llevo por lo menos tres vidas esperándote
porque no queda bonito tenerte delante y malgastar el tiempo con palabras.