martes, 9 de febrero de 2016

Todo de ti.



Quiero todo de ti.

Quiero que sean tus manos las que me toquen,
tus ojos los que me hablen,
tus pies los que me indiquen el ritmo.
Quiero que mi cintura sea el motivo de tu vuelta a casa todos los días,
que sean mis piernas las que hagan que te pierdas,
mis susurros los de tus sueños prohibidos,
tus labios los que me hagan callar,
tus brazos los que me hagan parar,
tu cuerpo el que no lo haga.
Mi cuerpo el que te envuelva.

Quiero todo de ti.

Quiero que sean tus consejos los que me guíen,
tu voz la que frene mi dolor
tu calor mi hogar,
tu olor mi vaivén de pulsaciones.
Tú mi droga, yo tu euforia.

Quiero que quieras todo de mí.

Que sepamos que la libertad es elegir con quién volar,
que sepas que puedo convertirme en una niña y en una mujer según la ocasión,
y que pudiendo separarlo sea la mezcla de las dos
y a veces te ponga nervioso,
pero que eso te guste.

Que por querer, te quiero siempre conmigo y con tu jersey beige que te queda tan bien,
pero con que te quedes a mi lado tengo suficiente,
para ir pidiendo poco a poco y darte todo de golpe.
Porque ya sabes que no puedo ser de otra manera.

Quiero todo de ti, de nosotros, de los dos cuando somos uno.

domingo, 3 de enero de 2016

LIKE KIDS




Cuando aprendemos a andar no tenemos miedo a caernos, es la inconsciencia del niño la que hace que por muchas caídas termine andando, empieza apoyándose lento, se desliza, una y otra vez, le tiemblan las piernas y flaquean las fuerzas pero lo hace, las veces que haga falta porque la herida con un beso se cura.
Cuando aprendemos a hablar no tenemos miedo a decir una estupidez y quedar en evidencia, hablas y te corrigen, así hasta que te salen solas las palabras.
Puede que tengamos que aprender mucho de los niños,.
Amar para mí es tan básico como andar, hablar, leer, escribir...etc.
Puede que parezca tonto caerte y seguir queriendo encontrar a la mitad que te complemente.
Lo intentas una y otra vez hasta que eres correspondido.
Decir lo que sientes sin importar cómo puedas quedar.
Saber que lo que duele con un beso se cura.
Que cuando vuelves a casa sus brazos extendidos sean tu hogar.
Y su voz tu sitio.
Tener cerca una mano en la que apoyarte cuando parece que la vida pesa.
Susurrarle al oído lo celosa que te pone saber ciertas cosas y que su sonrisa te vuelva más loca si se puede.
Así que me confieso una niña con muchas ganas de aprender de ti cada día.
Poco a poco. Paso a paso.
Ya dije una vez que el principio de andar es terminar volando y tú me has dado las alas. 
Te quiero, por lo que eres, por lo que somos, por tus pequeños defectos que te declaran humano, por la persona que soy cuando estoy contigo. 

Gracias mi amor.