viernes, 27 de marzo de 2015

Todo lo que me da miedo me excita.








Si tuviera días de más posiblemente pediría una hoja de reclamaciones de mí a mí,
una hoja pidiéndome explicaciones de tanto y tanto,
de dolores de cabeza sin pastillas,
de ansiolíticos en forma de personas que no encontré.

Si mañana fuera hoy, entonces tal vez lo haría.
Pero hoy voy a darme besos sin pedirme explicaciones.
Queriéndome.

Tal vez me haga el amor tres veces seguidas con odio y fuerte,
para demostrarme que nadie me quiere y me odia como yo
y si lo hacen no me importa porque aquí no llegan.

Voy a saltar al vacío que soy yo, para matarme y resurgir como el ave fénix,
siempre única y eterna.
Recolectaré mis lágrimas en vasos de cristal y que alguna noche de veneno
me curen y me vuelvan a curar.

De mí, de ti, del siempre que es nunca.

Que mis cenizas no hagan renacer a nada con sea espina y que después pueda lamerme la sangre,
que vagar como una psicópata matando a cuerpos inertes me hace creer en dios
o en la muerte eterna que es la vida sin mí.

Me perdonaré mis suicidios, mis incompetencias, mi falta de ganas,
mis noches con sabor a gasolina, tus ojos,
perdonaré la bala que tengo en el lunar de mi escote donde siempre caía tu mirada,
perdonaré las noches con 'Jesus don't want me for a sunbeam' cantado por el rubio de mis penas.

Que todo lo que me da miedo me excita y eso me ha llevado hasta aquí envuelta en fuego sin quemarme, pero con quemaduras de tercer grado, entendedme.
Hoy yo, mañana yo y pasado también.

Porque siempre he sido el gran amor de mi vida.


lunes, 16 de marzo de 2015

El sonido del placer.



Buenos días autodestrucción.

Hoy me han dicho "Prefiero mil caídas que ningún vuelo".
No quiero perderme el vuelo, no quiero volver a perderme.

Tengo una canción puesta de un artista desconocido a las tres de la mañana y estoy pensando tantas cosas.
Pensando en el césped recién cortado y a gente corriendo sobre él,
a las tantas de la mañana de una noche de verano, con la preocupación de si tienen los suficientes grados para no caer de boca en el barro.

Me lo imagino con tanta fuerza que llego a oír el sonido de la nada y las risas; el sonido del placer.

El fuego calentándome.

Hoy me quedaría de espectadora detrás del cristal.
No quiero sentir desde aquí.
Quiero ver las olas del mar contra la arena darse una y otra vez sin cansarse del "no".
Que huela a primavera mi pelo.
Que sepa que la primavera son mis ojos. Que siempre he sido.

Que la B y la N tuvieran otro significado y no el blanco y negro de mi cabeza.

Ojalá no me hiciera falta volar para ver y sentir el cielo.
Que no haga falta volar para ver y sentir el cielo.
Pero que voláramos para darle miedo a las alturas.
Para dar vértigo.
Aunque siempre lo haya dado.

De repente mi vértigo es no tener una moneda japonesa en mi bolsillo a la que tirar a una fuente con un deseo.
Que sea deseo.


Y dejar de escribir con suposiciones y abrir la ventana joder.


Repito que no me entendáis me deja tranquila.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El verbo ser en cualquier conjugación.




Igual no lo entiendes pero ahora sé que soplar las velas no era en balde, que toda la respiración atrapada en túneles ahora me ha dejado sin aliento cada vez que te veo reír sin motivo.

Ahora sé que no tenía que buscarte, porque estabas decidido a encontrarme con la fuerza del que sabe lo que quiere.
Ahora entiendo que tenias que encontrarme por casualidad como se encuentra todo lo importante.

Ahora sé y soy,
gracias a que estás y eres.

Y no puedo decirte nada más real que un te quiero y te vuelvo a querer.
Por todo eso que no he sido sin tenerte.
Por saberme completa con tus besos.
Por pensar que si te digo esto en estos meses me darás más vida con los años.

Mi musica, mi mar, mi suerte.