domingo, 26 de octubre de 2014

Mundos de gena.





Hoy entre sueños me he inventado un mundo,
un mundo con una religión bajo tu nombre,
un mundo en el cual tú no vives aquí ni yo vivo allí,
un mundo en el que vivimos ahora y no ayer.
Un mundo que solo dura un día pero el día es eterno y no nos tenemos que preocupar por un mañana.

Que me he inventado un mundo para que me puedas besar sin sentirte culpable.

Que allí todas tus lagrimas han hecho el lago por el cual toda la civilización puede beber y mantenerse vivos y así de paso te quitan tus penas.
Donde el sol y la luna se han hecho el amor para convertirse uno y han eclipsado a las estrellas y sus nubes.
Me he inventado un mundo con los cachitos que escribiste con miradas, con los pedacitos de ti que me diste en conciertos o en terrazas, con lo que me decías con las manos y sus roces.

Que seguramente te he hecho más poesía recordándote que viviéndote.

Eres como los huecos de luz que entran por la persiana cuando todo está oscuro y sabes que debes dormir pero te quedas jugando con ellos en tu mano.

Que igual me he inventado este mundo para perderme cuando abra los ojos y me de cuenta de que eras mentira amor.

jueves, 23 de octubre de 2014

Venecia



"Si deseas ser mío, yo te haré más feliz que el propio Dios en su paraíso.
Los ángeles te envidiarán. Rompe ese fúnebre sudario con el que pretenden envolverte.
Yo soy belleza, la juventud y la vida: si vienes, seremos el amor."

Théophile Gautier, Clarimonde.











domingo, 19 de octubre de 2014

Pásame.



Si caigo alguna vez que seas tú el trampolín y el agua a la vez,
si muero alguna vez que seas tú la flor que nazca en mi tierra,
Si muero alguna vez que sea de amor por ti.
Si lloro alguna vez que seas tú la penúltima lágrima
y que la última caiga en tu hombro.
Si me pierdo alguna vez que me encuentre en tu calle por instinto.
Si me quedo ciega que seas mi tacto,
si me quedo muda que seas mis versos.

Y si no pasa, pásame tú.
El resto de mis días.


miércoles, 15 de octubre de 2014

Like animals.



Estaba rozando todos los lunares de su cuerpo antes de que me diese cuenta de que vivía en él.

Sabía que escribía y hacía poesía con la voz y luego supe que la mejor manera de escribirme no era sobre el papel, que sus mejores versos no salen de su boca y que su mejor canción no la ha escrito todavía.
Que él el ritmo lo lleva con caricias a medias en mi espalda cuando acaba en mis caderas
y mi estribillo favorito son los "Buenos días" bajo las sábanas de esos que serían por las noches a solas.

Que él es música y yo lo sabía a medias.

Que ahora cualquier sonido no me vale si no lleva sus ojos y me quita la ropa con la boca.
Me he enamorado de él, de ti, de su música que es la mía.
Y yo que en la playa veía al viento bailar sobre sus dudas y acabé bailando yo en sus sueños y menos mal.
Quizá por eso, a mi fiera solo la pueden calmar tus ojos.

Que te has convertido en la banda sonora de mi historia y mis ganas y así cómo no me va a faltar el aire y la calma si no estás.

Buenos días.(En tus ojos)



Quevedo decía que vivir era ir muriendo y eso que no te conocía,
que no sabía que mirarte era el peor deporte de riesgo,
no te había visto conducir sumergido en tu mundo
a toda velocidad como si quisieras borrar el tiempo,
Y lo que más me sorprende es que hablaba de la muerte en vida sin haberte visto dormido por la mañana, con la luz justa para que se te vea la espalda y se te intuyan los sueños.
Morir en vida es no poder comerte poquito a poco y vivirte más lento,
que has arrasado esta playa con tu fuerza y tus ganas.
Y yo que soy una sirena sin voz me has dicho que mi silencio es más bonito que cualquier canto
y ahí amor me enamoré de ti.
Y entendí que vivir sin ti es no haber vivido.

martes, 14 de octubre de 2014

Abril




"Cuántos inviernos pasé sin ti,
cuántos veranos le diste a otra.
Y ya es primavera.
Y aquí estamos."


Le vi y el norte de sus ojos,de sus manos,de sus besos no era frío.
Por alguna extraña y bonita razón en la playa, lo que me trasladaba , no era el sonido de las olas rompiéndose a escasos metros de mis pies enterrados en arena.
Me fijé que los impulsos de aquellas olas por llegar a la orilla eran porque la espuma pedía a gritos poder tocarle.

Y allí estaba yo,con mi pelo revuelto,mi sonrisa rota y unos cuantos miedos en los ojos, que intentaban no estar. Pero estaban.

Y ahí estaba él intentando arreglarla,
arreglándola,
arreglándome.

Me invadía la sensación de cuando te quitas poco a poco la ropa sin saber que pasará pero tienes tan claro lo que quieres que pase.

Hablabas de ser bien, de ser tú, de ser y yo hacía más de un invierno que deje de ser y de saber ser. ¿Y cómo decirte que estaba perdida?

Pero de repente me tocaste y note como dejaba de temblar para temblar contigo,
me encontraste y me contaste que hacía tiempo que buscabas debajo de la almohada cada beso que no te he dado, que bajarías muy al sur para ayudar a gente y no te dabas cuenta de que justo ahí me estabas salvando.

Te estuve buscando tanto tiempo.

Y ahora estás y me pides por favor  te enseñe eso de qué es la luna y su miel,
que te explique qué son las verdades y cómo llegan,
que tienes miedo y que no quieres tenerlo.

Ahora que me has oído tartamudear y leerte algo a las tantas de la noche,
ahora que me has visto tapar mi sonrisa por miedo a que me la quiten y me has dicho que justo eso es lo bonito de mí.

Lo bonito de mí...

Cómo puedo decirte sin que te asustes que a mí el verano me ha llegado de arriba.



Prometo leerte lo que me pidas, prométeme tú escucharme siempre.
Al menos saber leerme cuando no escriba palabras.