martes, 9 de diciembre de 2014

Hoy me tiro al vacío o me lo tiro.

Your mind is playing tricks on you, my dear.

Quiero decir tantas cosas que posiblemente acabe por no explicar ninguna
gritar tantas cosas que posiblemente acabe murmurando lo mucho que llora el último suspiro.
Que mi mirada no refleja mi sonrisa es algo evidente,
que nadie puede verme aunque me conozcan.

El brillo que reflejáis cuando leéis mi vacío
y no entendéis nada,
aunque lo entendáis muy bien a veces,
es mi color favorito.

Que no me entienda nadie, que no me importa.
Que otra te tocara, sin mi tacto, no me importa.

Nadie podría vivir en la piel de un león y sentir su sed de sangre.
Con miedo a morir de pena mordiendo el cuello de una gacela.
Ese es el infierno.

A mí el amor siempre me ha dado frío.

Que ganas de reír
cuando
empiezo a notar
que
nunca he sido yo.


¿Y si paráramos el mundo en la palabra que más nos duele?
¿Y si jugáramos a ser niños cuando viéramos las manos de otra encima de un cuerpo
que técnicamente es nuestro?
Si nos expusiéramos al sufrimiento más frío seríamos más felices,
al ver que
podemos ser inmortales a cualquier fuego externo.

Me he suicidado más de 500 veces y nadie limpió mi sangre.
Nadie lloró mi ausencia.
Nadie pagó mis deudas
con sus ojos.

Que lo de la cama no me preocupa,
lo que no soporto es que te follaras a otras con poesía.

Recoged mis lágrimas en tarros de cristal y arañad las paredes hoy.






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