miércoles, 7 de enero de 2015

Le avisé de que algunas mujeres matan.


Ojalá hubiera sido otra Ana la que besara su boca.


Él cree que no me doy cuenta,
él cree que no se da cuenta.
Él dice que no llora y joder le oigo llorar a kilómetros.
No sabe que no puedo escuchar masticar desde ellas,
él cree que no puede y yo creo que no puedo hacer que pueda.

No quiere hablar y yo tampoco.
No quiere llorar.
No quiere pensar.
Y escribe.

Y yo solo sé que lo único que me duele es él.
Que le veo, que me doy cuenta.
Que de mayor quiero ser como él, que todos los mayores deberían ser como él.
Pero entonces nadie lo sería.

Que mi invierno no es invierno, que con su calor no puede hacer frío.
Que con su frío ya tiene bastante.

Con sus horas ha jurado su vida, que nunca se pierde
Y lo bonito que sería verle perderse,
con lo bien que le quedaría el sur en su risa.

¡Qué quiero verle perderse!

Quiero que se encuentre, que vuelva y se haya dejado perdidos todos sus miedos.

Que a mí siempre me ha quitado los míos.


Ojalá la paz nunca llorara si viene de ti.

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